ALERTA GEOMAGNETICA: LA TIERRA RECIBE LA PRIMERA TORMENTA SOLAR "X" DE 2015

Las consecuencias de la mayor erupción solar del año alcanzan la Tierra provocando una tormenta geomagnética menor. El 11 de marzo en el Sol tuvo lugar una llamarada de clase X2.2, es decir, de la categoría máxima, que afortunadamente no fue dirigida directamente hacia la Tierra. 

LA TIERRA LA PRIMERA TORMENTA SOLAR CLASE X
Una "fuerte" llamarada solar de rayos X y cinco eventos moderados se registraron entre el 11 y 12 de marzo, el último de ellos a las 14, hora UTC. Los efectos en la Tierra serán menores, anunció el equipo de previsión del clima espacial de la Agencia Oceanográfica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA).

La tormenta solar principal fue acompañada de un bloqueo fuerte (R3 de la escala 1 a 5) de ondas de radio a las 16:22, hora UTC del 11 de marzo.

Esta es la mayor llamarada producida en el año 2015, y sucedió después de una gran cantidad de apagones de radio en los últimos días con eyecciones de masa coronal, algunas en dirección a la Tierra, agregó el reporte.

Las llamaradas brotaron de una región activa del Sol, enumerada Región 12297, y fueron precedidas durante el día de otros cinco eventos de caracter menor y moderado.

Tras el análisis de los eventos del Sol en los últimos días, el equipo de NOAA explicó que la Tierra podría verse azotada por una tormenta geomagnética solar menor, la cual es el resultado del choque de las partículas del Sol sobre el campo magnético terrestre, afectando los sistemas eléctricos y las comunicaciones en altas latitudes.

Primero "se pronostica un impacto inicial por debajo del umbral" de eventos observables, sin embargo, "a medida que las nubes magnéticas pasen la magnetosfera de la Tierra en unas 18 a 24 horas, se espera que la perturbación magnética pico en forma de una tormenta geomagnética menor (G1 de la escala 1 a 5) se produzca durante las primeras horas de 13 de marzo, hora UT.
AURORAS BOREALES 13 DE MARZO 2015
Se anuncian coloridas auroras en los cielos de Alaska y Canadá. Estas son el choque de partículas ionizadas del Sol, con las del campo magnético de la Tierra, que las desplaza a latitudes polares. El cambio de polaridad genera las luces de colores visibles en el cielo nocturno.